Nombre:

Cha Cha Chá, el Perro Colosal, Cha cha chá, el Pulpo Peculiar

lunes, mayo 08, 2006

La realidad es bastante pochí.


"El cerdo come, folla y se relaciona según su cerdovisión del mundo" Luisma Muñoz Rodríguez.

Decir paridas, hacer paridas, reconocer una buena parida cuando alguien la dice/hace, y sobretodo detectar las paridas que se dan en la naturaleza y en la realidad en general. Por ejemplo, un volcán es una parida: una montaña de cuyo interior sale un líquido muy caliente que arrasa a las poblaciones colindantes... parece obra de un genial hijo de puta con mucho poder. Y un cerdo...un cerdo también es una gilipollez: un animal guarro que hace un sonido ridículo y piensa muy poco, o nada; tan sólo come, caga, folla, gruñe y apesta. Qué más...pues una rana, eso sí que es un animal - parida: su fisionomia parece hecha expresamente para que el observador se descojone con sólo verla. Y por si fuera poco, saltan, comen moscas y miran de manera extraña con sus ojos, inexplicablemente grandes. Y el resto del tiempo, simplemente (y esto me maravilla) están ahí. Qué vida. Decididamente, qué animal tan pochí.
En fin, es fácil dejarse llevar por la inercia de admitir como normal, como no-absurdo, aquellas cosas que desde siempre han estado ahí, formando parte de nuestra vida, de la naturaleza o del mundo. Pero es un error. La realidad está salpicada de soplapolleces, sólo hay que saber reconocerlas. Tal y como ocurre con el arte, se aprende viendo, acumulando experiencias, comparando, reflexionando...hasta que uno, un buen día, ve un cangrejo, un calamar o un cactus y cae en la cuenta de que, por muy "parte de la naturaleza" que sean, son unos seres vivos absurdos. No hay más que ver su aspecto y su forma de vida. Sí, su lifestyle.
El Pulpo Pochí siente por estos seres (vivos como la rana o inertes como el volcán) un amor que es directamente proporcional a su grado de gilipollez. Cuanto más absurdo, más pochí.